Camino de convertirse en un concept store de cierto estilo de vida italiano que sintoniza con el movimiento slow, Il Magazzino ha presentado su menú degustación de mediodía, perfecto para probar los productos que se venden en la tienda y saber cómo combinarlos en casa. El comedor -siete mesas alineadas frente a un largo sofá tapizado-, está arriba.
Entrando en materia, contamos cinco platillos en total: Ensalada caprese de burrata, Arroz negro con salmón ahumado, Spaghetti de calabacín con almejas, Pappardelle con setas y parmesano, Albóndigas de atún y piñones y Berenjena con parmesano fundido. Os enseño uno muy fotogénico. Para postre, Espuma de tiramisú con amaretti y moscatel siciliano Passito de Pantelleria, y, a modo de petit fours, Tarta de queso con compota de higos e higos frescos, y Trufas heladas de chocolate blanco con grappa y pistacho rallado de Bronte (el licor se apreció más conforme el bombón ganó temperatura). Y para terminar un café, que resulta que lo hacen bien y tienen varios para elegir.
El servicio es amable, atento y ágil aunque no expeditivo, que hay propietarios de restaurantes muy centrados en hacer caja y doblar turnos y aleccionan a sus camareros para que metan prisas al comensal, sin tener en cuenta que alimentarse bien no implica engullir sino saborear.
Antes de salir vale la pena darse una vuelta por abajo, y comprar algún bocado de Italia -desde pasta fresca Soul Food o seca Paisanella, legumbres Prunotto, panes como la focaccia casera, multitud de quesos, mantequilla con trufa blanca… pasando por vinos de pequeños elaboradores, como el que nos habíamos bebido, el bianco Carpe Diem Lvnae, coupage de Vermentino, Albarola y Malvasía que produce la familia Bosoni en Luni (Liguria)-, hasta vajilla de cerámica, macetas, manteles o zapatillas venecianas con suela de goma de rueda de bicicleta.
Una propuesta interesante la de Il Magazzino, que espero que tenga buena acogida.
Il Magazzino. Londres, 103. Barcelona. T. 93 209 42 55.
22 €.
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